Soñar con un ambiente mediático donde todos alaben las políticas gubernamentales,
tener tanto dinero como los Jeques árabes para hacer y deshacer al arbitrio del poder y gozar de impunidad contando con una justicia que convierte causas emblemáticas en boomerangs contra ella misma, no es solo una fantasía de Hollywood. Puede ser una realidad que estremezca el futuro de nuestra democracia......
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